domingo, 29 de junio de 2014

Estado silvestre original


Os vamos a decir la verdad esto no es lo que queríamos ofrecer cuando echamos a andar este proyecto. Aunque hemos seguido en lo que pudimos las enseñanzas de Masanobu Fukuoka, al final parece todo demasiado artificial, demasiado escaparate. Nosotros queríamos acercaros a la naturaleza de una forma más plena para que el contacto fuera total pero no lo hemos conseguido y ahora todo parece demasiado ordenado y aséptico. Es normal, la propia gente que iba viniendo lo pedía, las normativas lo exigían todo tenía que estar homologado, papeles, normas, reglas... pero la naturaleza no tiene que ver con nada de eso.

Seguimos convencidos de que esta sociedad necesita volver a ese contacto pleno con la naturaleza del que hablaba y lo necesita por que el modo de vida urbano nos desnaturaliza y empuja a un modo de vida insaludable.  ¿Como podemos volver a un modo de vida menos pernicioso? Pues volviendo a respetar y a amar la naturaleza y ¿como conseguiremos eso? Pues volviendo a ella para conocerla, para entender  sus procesos y sus ciclos que son los nuestros. Tenemos que volver como hacíamos antes a disfrutar y aprender de cada uno de los eventos naturales con cada uno de nuestros sentidos, esos sentidos que la sociedad moderna ha embotado.

Tenemos que volver a pasear por el campo, a dormir bajo las estrellas , tenemos que buscar los manantiales y navegar por sus ríos, bajar a sus cuevas o escalar las cumbre heladas, oler a viento de sierra, a tierra mojada, a leña de encina... son todos ellos sencillos y pequeños placeres que todos tenemos a manos y bastaría que pudiéramos apreciarlos para que abandonáramos muchos de los malos hábitos que nos acompañan y que no solo nos hacen daño a nosotros mismos sino también a nuestro entorno.

Por todo esto, porque no abandonamos nuestra idea original, estamos pensando organizar algunas salidas al campo buscando esas experiencias que muchos dejaron de sentir o no han sentido nunca. La primera puede ser una caminata nocturna por la sierra o quizás por la playa, nada complicado todo lo contrario, algo cómodo y agradable pensado para disfrutar de las fragancias y la brisa cálida de una noche de verano bajo la luna llena. Y quizás más adelante probar con cosas más intensas como dormir en medio del monte en un refugio improvisado o adentrarnos con un kayak por el río piedra como los primeros hombres.

Esta es nuestra filosofía, así es como pensamos en realidad. Así que ya sabes la próxima vez que vengas, recuerda que solo ves el escaparate. Para no quedarte en la fachada y para enterarte de verdad cuales son los asuntos que por aquí se cuecen deberás invocar tu estado silvestre original y pasar al interior.

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